Actividades de la 15. semana de 2025

Queridos amigos, queridas amigas de la Cultura:

Por las mañanas, cuando salgo a pasear con mi perro, a menudo me encuentro con mi viejo vecino de Lanzarote. Creo que pertenece a la minoría que aún no tiene un smartphone, la que quizás nunca ha experimentado lo que es el aburrimiento. Incluso cuando no tienen nada que hacer, el interior de estas personas o, posiblemente, la fusión con el entorno parece ser lo suficientemente grande como para sentarse frente a la casa y dejar que la mirada se pierda en la distancia durante mucho, mucho tiempo. Nada más que mirar.

Con un largo garrote en la mano, mi vecino camina con seguridad por un camino pedregoso. Sus pies se meten en zapatos cerrados que solo utiliza para ir a misa, velatorios o celebraciones familiares. Ahora lleva sandalias gruesas. Es de suponer que nunca ha llevado una camiseta, y mucho menos unos vaqueros azules o pantalones cortos. Sus pantalones son de tela y las camisas suelen ser de un blanco ligeramente amarillento, al menos en estos paseos matutinos.

Mientras se acerca a mí, parece muy satisfecho. Nos acercamos, los pasos continúan su ritmo, no se ralentizan, pero sé que mi vecino tiene una frase en la punta de la lengua que me va a gritar para saludarme. La mayoría de las veces se salta la introducción innecesaria de un «buenos días». En un español balbuceado canario con terminaciones tragadas y un marcado tono cantarín, se va directo al grano, de forma breve, concisa y sonriente. Uno dice algo, el otro responde. «Que parece que hoy va a ser bueno». Respuesta: «¡Se nota que estamos dejando el pelete atrás!».  «A que esas nubes parecen traer agua» . Respuesta: «A los calabacines que planté les vendría bien». En este punto ya nos hemos cruzado y el viento a veces nos lleva un «Hasta luego» que nos hemos lanzado. 

Pienso en los cantos tradicionales de aquí, en las folías, por ejemplo. Todos pueden levantar la voz, se ceden la palabra, la mayoría de las veces de forma alterna, a menudo improvisada...

Les deseo a todos un buen fin de semana

Mikaela Nowak