"El color es alma - el alma es color"
Rudolf Steiner
Entonces, ¿por qué Lanzarote?
Porque los colores en nuestra latitud y en nuestro clima desértico brillan y nos invitan a dejar que nuestra alma brille también.
Porque el juego de colores nos hechiza: tierra marrón rojiza con muchos matices hasta tonos negros, además el cielo azul cálido y el azul profundo hasta el mar turquesa.
Porque ningún bosque perturba las suaves formas del paisaje y los volcanes nos invitan a crear con arcilla.
Porque las noches estrelladas nos llevan al infinito y queremos rastrearlas dinámicamente.
Porque el viento constante hace que las palmeras vibren - y el alma baila de inmediato con ellas.
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